miércoles, 9 de junio de 2010

miércoles 9 de junio de 2010

no hice mi trabajo de los mayas, una clase más que voy a presentar en extraordinario. me muero de verguenza y a la vez no me importa. quizas esta dicotomía refleje el principio de mis problemas pues la parte avergonzada es esa sobrepuesta y medio ordinaria que no reconozco pero que conocen los otros. la parte a la que le vale madres es la otra, suave, frágil y ridícula que veo en el espejo, que siento en el insulto... que nadie más sabe que existe. esa parte que no quiere estudiar ni tener una pareja ni nada, que se quiere morir o sino irse a vivir al mar hasta que se muera... esta parte piensa que si la muerte esta como fin en todos los caminos para qué sirve el esfuerzo, para qué sirven las metas, para qué sirve la compostura y los modales. ojala pudiera yo vivir entre los demás con sólo ese malvavisco de personalidad. ojala pudiera andar por la vida de buena gana como cuando no voy a ninguna parte y sólo me veo en el espejo... ojala el mundo fuera mi recámara y no necesitara al pablo falso y avergonzado... al pablo asexual y discreto... al pablo inerte.

6-3-10

crear de porrazo una fantasía, ponerle una cara y después torturarme con ella. ¿Qué he hecho para hacerme pensar que merezco tal castigo? por qué necesito tal angustia, porqué mi angustia no viene del esfuerzo por transformar mi realidad. en vez de ello lo que hago es dejarla tal como está, buscar en ella lo que más me incomoda y magnificarlo para después regresar a donde estoy. cobardía es lo primero que viene a la mente. como si la verdadera ansiedad de vivir pudiera ser sustituida por este remedo de incomodidad existencial que además es completamente artificial, inútil y recreativa.
No sé como parar este juego, no sé cómo afrontar mi realidad y superarla: no sé cómo dejar de necesitar esta ociosa tortura.

25-01-10

hace mucho que no me escribo para mi mismo. hace mucho que no me escribo, no me escribo para mi, quizas no lo he hecho porque no quiero ya saber nada de mi, estoy harto de disctirme donmigo mismo, harto de estarme oyendo, harto de estarme hablando sin sentirme oído. quizas estoy harto porque no me vasto a mi mismo; necesito que alguien más me escuche, me lea, me vea.
hace algún tiempo tuve los primeros idndicios de que ese alguien no se encontraba cerca; no estaba en mi madre quien con sólo abrir el periódico o levantar la bocina del teléfono me desaparecía; no estaba en mi padre porque mi padre nunca estaba, no estaba en la escuela, ni siquiera en el consultorio de mi terapeuta. desde ese entonces es que la idea de la soledad se me avienta encima cada vez que me escribo.
quizas para no estar solo empecé a escribir, quizas para acompañarme de mi soledad es que constantemente la describí; quizas para dejar de estar solo es que dejé de escribirme... pero sigo solo, o tal vez no.
ahora me acompaño de mi mismo, de mi bolsa donde me guardo y me llevo a donde voy... y quizas de estas palabras quizas este cuaderno forrado de dorado pueda ser otro yo que me espere en mi escritorio cada noche y me pregunte cómo me fue. quizas el único antídoto a la soledad sea el narcisismo o quizas el narcisismo es la manera que tengo de hacer migas con la soldedad, hacer de la soledad una parte de mi, hacerme parte de la soledad asi trascenderme...